La primera idea que surge cuando hablamos de detener el cambio climático y cumplir con los objetivos de desarrollo sostenible de la ONU en cuanto al medioambiente, es “hay que dejar de utilizar plástico”, sin tener en cuenta la gran cantidad de ventajas que ofrece este material.
Sustituir el plástico por otro material traería una serie de problemas diferentes, por ejemplo: se utilizaría mayor cantidad de materiales, más consumo de energía y aumentaría la emisión de carbono, tan dañino para la atmósfera. Sin mencionar que no todos los sustitutos son reciclables. Es por eso por lo que, hasta hoy, el mejor material para alcanzar los ODS y trabajar a favor de la salud del planeta es el plástico.
Muchas empresas e instituciones sostienen la idea de sustituir el plástico por otros materiales sin hacer un estudio de impacto ambiental, ni del de ciclo de vida de cada uno de ellos. Sin embargo, hay que considerar que elaborar productos con otros materiales también tiene un costo ambiental y, en algunos casos, muy alto.
Por ejemplo, para producir una botella de vidrio con la misma capacidad que una botella de plástico, se necesita 24 veces más material; o para elaborar un envase reemplazando el plástico por papel, produce una huella de carbono cuatro veces más alta, a la vez que es menos resistente.
Por otro lado, el uso de plásticos representa un ahorro de energía, por ser un material versátil, liviano, resistente y adaptable a la necesidad de cada aplicación. Por ejemplo, en la industria automotriz, hacen a los vehículos más livianos, y, por lo tanto, producen menos emisiones de CO2. Otro ejemplo lo vemo en las viviendas, los sistemas de aislamiento plásticos pueden ahorrar mucha energía; en la agricultura, gracias a este material se puede lograr un aumento en la eficiencia de los cultivos, ahorrando agua.
Lo mismo sucede con relación a la conservación de alimentos, los materiales plásticos protegen más y ayudan a evitar el desperdicio alimentario salvaguardando la salud del consumidor.
Para la sostenibilidad, los plásticos son grandes aliados, ya que su vida útil es mayor que cualquier otro material, ofreciendo más posibilidades al momento de gestionar los residuos.
En algunos casos se ha pensado como alternativa utilizar papel, que incluye una porción de plástico para lograr la funcionalidad necesitada. Esto dificulta la separación y el proceso general de reciclado. Al utilizar un solo material, plástico, este problema se eliminaría.
El verdadero camino hacia el cumplimiento de los ODS y la reciclabilidad, es tomar consciencia, como se está haciendo, y hacer un uso más eficiente de los recursos disponibles, procurando mantener el material en el ciclo productivo por más tiempo, y así ayudar a mitigar el impacto ambiental. Afortunadamente hay un cambio de consciencia a este respecto y cada día se recicla más. Debemos seguir en ese camino para cumplir los ODS y al mismo tiempo frenar el cambio climático.
Fuente: Magazine Plástico